Mitología de Elindora


                          La Creación del Mundo
Los dioses crearon el mundo a partir de sus propios cuerpos. Su sangre se convirtió en agua, sus cabellos en plantas, sus huesos en piedras y tierra, sus ojos en los astros y su aliento en el aire que nos da la vida. Los seres humanos vinieron mucho después, cuando la tierra de los dioses ya estaba habitada por criaturas nacidas de la carne de los dioses. La raza de los hombres nació de la sangre derramada en las guerras entre los enviados de Mirthal y los emisarios del malvado Worthes; la sangre de  los hijos de los dioses se mezclaron por primera vez desde su creación y cayeron sobre la tierra de la que procedían creando grandes lagos de color rojo carmesí que hirvieron con el calor de la tierra.
El vapor de sangre subió hasta los cielos y Mirthal, encolerizada por el fatal destino de sus preciados hijos, maldijo a los emisarios de Worthes a vivir una vida dedicada a la sangre; la sangre sería su alimento, la sangre impregnaría sus sueños y sus pesadillas, condenados a vivir por la eternidad con una sed igualmente eterna que sólo podrían satisfacer matando. A sus hijos, por otro lado, les protegió declarando que, tras la muerte, habitarían en una tierra única en el Submundo: el hogar de los elegidos, donde vivirían una primavera eterna, sin sufrimientos ni necesidades.
Sin embargo, Worthes era el dios de la astucia y la traición, por lo que vio en la maldición de Mirthal una oportunidad para vengarse él mismo, pues la diosa, que tan duramente había castigado a los hijos predilectos del dios, había dejado una grieta en la protección de sus propios hijos y Worthes la aprovechó maldiciéndolos con una nueva vida mortal, alejados ya de los dioses y encadenados a las necesidades del cuerpo. Mirthal observó con desesperación como sus hijos se levantaban de aquél campo de batalla con pasos renqueantes, obligados a vivir atados a esos cuerpos imperfectos y dañados por la muerte, alejados de la protección de los dioses. Humanos, los llamaron en el tribunal divino y acordaron dejar que sus vidas continuaran, pero, una vez murieran, sería Mirthal la encargada de cuidar de ellos en el Submundo.
                                                                                 Historia de los mundos conocidos.


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